Está tan podrida la sociedad de las pseudodemocracias consumistas occidentales que se debería incinerar todo y a todos y, empezar otra cosa sobre los cadáveres calcinados de los que han llevado a este momento a una población imbécil y gallinácea.
Los regímenes nazis impuestos con el coronavirus, están llegando a un nivel de injerencia mental en las masas humanas imbéciles sin precedentes. Y no es porque sean inteligentes los jerarcas nazis del consumismo, se debe a que han tenido la suerte de la tecnología teleinformática.
En este nazismo actual cualquier indecencia es un portento de virtud y empatía que convierte a los subnormales castrados en ángeles, en seres de luz.
No cambia que los peores dictadores asesinos y genocidas son elegidos por el pueblo, como lo fueron Hitler o Mussolini y vitoreados los asesinos Stalin y Franco.
Y ahora ocurre en España de nuevo con el Caudillo Sánchez y sus caciques autonómicos, en la que su España es motivo de concordia y felicidad y todos comen mierda con glotonería porque el Estado los ha convencido que el excremento es un súper alimento, de la misma forma que fotografiarse con el cadáver de tu hijo muerto en actitud angelical es un acto de paz y piedad.
Lo cierto es que lo que ocurre en España o la península ibérica (para no herir sensibilidades nazionalistas), no ocurre en otro país: ningún pueblo como los habitantes de España ha sido tan obediente al régimen fascista o nazi que se impuso en todo el mundo con el coronavirus. Los españoles tienen el récord de cerebro en blanco y su obediencia y aplausos.
No tienen escrúpulos para infectar sus pulmones y los de sus hijos con bozales a cielo abierto por obedecer al dictador.
El Nazismo de los bebés muertos, es sólo la indecente conclusión de un fascismo que ha prendido fuerte en una sociedad de individuos decadentes, degradados, cobardes, ignorantes e indolentes. La mezquindad más pura es lo que de verdad ayuda a pasar cualquier “duelo” de mierda.
Así que haced postales con los cadáveres de vuestros hijos porque es bueno para vuestra paz espiritual (doctrina de la prensa puta pagada por los Nazismos Mundiales del Coronavirus).
Sólo una gran guerra, con su destrucción, muerte, hambre y enfermedad puede reparar esto. Sin los necesarios cadáveres en las calles, la especie humana camina hacia la metamorfosis en cucaracha.
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