viernes, 10 de noviembre de 2023

tg--La legalidad justifica los crímenes del Estado Español--ic

Los tarados y prostituidos tertulianos televisivos, analistas y políticos piojosos españoles se aferran a esa mierda de lo que es legal, "lícito", constitucional o no lo es, para defender o denostar decisiones judiciales, políticas y decretos o la mismísima corrupción del Estado.

Lo legal o lícito es lo que dicta el Estado, con Franco era legal y lícito fusilar a gente inocente y torturarla, callar, obedecer y no blasfemar. Toda libertad y cultura eliminadas por decreto y legalmente avaladas. Todo muy legal, todo legislado y lícito.

Así que si es legal, es perfecto ¿verdad, hijoputas?

Con el Caudillo Sánchez los políticos pueden delinquir impunemente, se abolen libertades según el capricho del gobierno o de un político cacique y se galardonan a los corruptos y ladrones siempre y cuando sean políticos afines o cómplices del gobierno, se señala y decreta quién es ciudadano de primera, segunda o tercera categoría según dónde habite y quién muere o vive por el estado de alarma genocida del coronavirus. Y mientras todo eso ocurre, se humilla a la ciudadanía y se la extorsiona y acosa para que respete las leyes a rajatabla en su estado de derecho legal, legítimo y constitucional de mierda.

Y todo esto es legal, es perfecto ¿verdad, hijoputas?

Cuando una sociedad o nación olvida la ética y la equidad y justifica un acto porque es legal, esa nación y su sociedad están podridas, son irreparablemente corruptas y malvadas. Justificar una dictadura asesina, asfixiante o humillante por sus actos “legales” es la mayor perversión de la ética y el sentido común del ser humano, por subnormal o ignorante que sea.

Porque toda dictadura al final es criminal y asesina. Y España es especialista en dictaduras asesinas cuya población acaba aplaudiendo con buen talante al hijo de puta que la asfixia y se come a sus hijos.

Tertulianos, periodistas, analistas y políticos de mierda se pueden meter sus pareceres de lo legal, lícito o constitucional por el culo.

Y a la ciudadanía con cierto sentido de la ética y la honestidad solo le queda la violencia para luchar contra una “legalidad o constitucionalidad” que la humilla, empobrece e insulta.

Dicen que no; pero sólo la violencia puede conciliar la humillación, el abuso y los crímenes del Estado. De hecho no le deja otra salida a esa ciudadanía cuando todo se zanja con esa podrido latiguillo de “ajustado a derecho”.

¿Derecho de qué, cabrón?

La violencia, ética y honestamente, es defensa propia contra un Estado criminal y humillador.

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