La suerte que tenemos gracias al coronavirus nocturno autóctono catalán, los que pasamos las noches encarcelados en Cataluña… De la que nos hemos librado de todas esas reyertas sangrientas de esa maldita libertad, que es pura enfermedad y maldad.
Vamos a tener que dar gracias a Nuestro Amado Cacique Autonómico Nazi por darnos protección, paz, beatitud y fervor religioso en las grises noches catalanas.
Si no fuera porque a más prisión y más mascarilla más enfermos hay, viviríamos en una auténtica Disneylandia.
Decididamente, el fascismo es muy insalubre a pesar de la beatitud de Los Padres Salvadores Catalanes.
Qué peligrosa e infecciosa es la libertad ¿eh, cabestros?😋
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