Ocurría exactamente lo mismo hace dos años atrás, antes de la irrupción del Nazismo Sanitario: la gente va en masa a pedir la baja laboral, o intentarlo; para pasar la depresión tras las vacaciones de Navidad.
Y como el ómicron es otro catarro más, a descansar unos días en casa cobrando lo mismo que trabajando.
No nací ayer y tengo oídos y ojos operativos, muy sagaces ambos.
Soy listo como una ardilla.
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