viernes, 28 de enero de 2022

La pandemia solo ha revelado de nuevo lo más ruin del ser humano

Es muy posible que por el temor a contagiarse de un resfriado (coronavirus), los que paseaban con su lindo bozal calzado en el morro, no se dignaran siquiera a dar la alarma o aviso de un hombre tirado en la calle.

No es inusual, pero en tiempos de pandemia, tal y como afirman los falsos filósofos y religiosos simpatizantes de la nueva normalidad nazi, no hay ángeles y mucho menos dignidad. La masa humana es una caterva de cobardes adoradores de sus nuevos y normales líderes nazis, ídolos de mierda que creen salvadores de sus vidas.

Una enfermedad no hace más que sacar lo más mezquino de cada ser humano (en su inmensa mayoría) sobre todo si es ajena (les aterroriza el enfermo que demuestra la posibilidad de enfermar).

Así que está claro que no es un acto de bondad o no bondad vacunarse o no. Porque la bondad no existe, es solo retórica nazi. De una iglesia nazi, de unos vendedores de droga nazis, de una miseria fascista que pulula dentro y fuera de las cloacas.

Solo existe el egoísmo, la hipocresía y la cobardía.

Pero siempre ha sido así, nada ha cambiado en la historia de la humanidad, se repite la misma mierda periódicamente.

La misma chusma bajo el mismo sol incombustible.

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