martes, 25 de enero de 2022

Iconoclasta saneado, no asilvestrado


No me luzco meramente por el hecho de ser hermoso. Lo realmente extraordinario o prodigioso es que es uno de esos raros momentos en los que no me encuentro asilvestrado.

Mi peluquero ha exclamado asustado “vade retro Satanás” cuando he aparecido ante él para que hiciera lo que pudiera conmigo.

Ha jadeado, ha blasfemado, incluso ha escupido con desdén (yo miraba muy cínico mis uñas con atención). Y al final el artista, ha conseguido que tuviera una apariencia humana.

Así que me muestro como muy pocas veces soy, y sin que sirva de precedente.

No es que sea un dejado, es que la cuestión de cabello y afeitado, son cosas secundarias; nací para marcar territorio constantemente, meando de puntillas (he de mear alto para que se den cuenta todos los animalitos del bosque de quién manda y mi majestuosidad) en todos los árboles que veo.

De vez en cuando escribo algún vómito que me viene a la cabeza y el resto del día, si no fumo, duermo. Bueno, también hago cosas más cremosas y lácteas, que no soy un beato y mucho menos San Francisco de Asís enamorado de una oveja.

Corto y cierro.

¡Bye!

2 comentarios:

Unknown dijo...

Que sepan los corderos, quien es el lobo alfa.

Iconoclasta dijo...

😎😎😎😀
¡Saludos!