lunes, 18 de mayo de 2020

Puedo ser tan bestia como ellos


Hay que ser un mísero humano para aceptar con docilidad y servidumbre las imposiciones de la dictadura impuesta por el Régimen Español de Sánchez e Iglesias.
Por lo que veo y oigo, puedo concluir que donde vivo (España) es un país de castrados mansurrones enfermizos que no solo se alegran de estar en casita, sino que además, se rompen las manos aplaudiendo a sus carceleros y acosadores policías.
Por no de decir que volverían a votar a su salvador y padre celestial, el caudillo generalísimos Sánchez y su banda de pervertidos funcionarios y ministros.
Los castrados habitantes de España, en cantidades pornográficas e indignas, son incapaces de no aplaudir lo que las televisiones les dicen.
Nada nuevo bajo el sol, es que la cantidad de cobardes, sí que representa una grave epidemia que podría acabar con el ser humano y convertirlo en un rumiante con la nalgas sucias de mierda.
La historia, al final, aburre por iteración.
Pero que nadie se olvide de una cosa: puedo ser tan bestia como cualquiera. Podría darse el caso de que algún acosador del Régimen Español se lleve una seria sorpresa, un disgusto del que no habrá marcha atrás. Con o sin mascarilla, la violencia no es un virus y una mascarilla no filtrará un balazo, un tajo o un martillazo.

No hay comentarios: