domingo, 3 de mayo de 2020

Dalí y sus relojes como balcones


El tiempo es un surrealista redomado. Tal vez Dalí vio lo que hacía con los balcones de las viejas casas y lo aplicó a sus relojes torcidos, deformes, escurridos…
Captó el poder degenerativo del tiempo y creó oníricas decrepitudes, hasta tal punto, que el propio tiempo era víctima de sí mismo. Se deshace en sus cuadros.
Es fascinante. Lo que un día fue recto, el tiempo lo ha deformado doblegándolo segundo a segundo, sin piedad, sin cuidado. Mientras morían y nacían sus habitantes.

No hay comentarios: