lunes, 2 de octubre de 2023

tg--Yo te explico lo del crimen, idiota--ic

El crimen se ha “disparado” en todo el mundo porque los Estados “Democráticos” se transformaron de la noche a la mañana (entre finales de febrero y mediados de marzo del 2020), por medio de la pandemia de coronavirus o como dicen en España “la covid-19”, en Dictaduras Nazis que encarcelaron, acosaron, mataron y arruinaron a las clases bajas o trabajadoras que no habían cometido delito alguno. Fueron millones los ciudadanos no delincuentes extorsionados, humillados y segregados por ejército, policía, jueces y gobiernos.

Por lo cual, un porcentaje de esa gente vejada entendió que no importa ser un criminal o un simple trabajador cuando el Estado decide tratar como una mierda al ciudadano por el mero capricho de someterlo.

Porque para los acomodados y los privilegiados, no hubo encarcelamiento, penuria, segregación, humillación y prohibiciones biológicas.

Así las cosas ¿por qué respetar la ley, su policía, jueces y líderes políticos si nos tratan como mierda?

Y si el Estado puede cometer semejante acoso contra un trabajador no delincuente, lo lógico es defenderse y atacar antes si es preciso. Luchar contra el Estado Nazi tirano y sus putas leyes que disparan sus encarcelamientos, acosos, genocidios, prohibiciones, porras y balas contra los más pobres de la sociedad: los trabajadores.

Es pura supervivencia, en la actualidad, saltarse la ley y actuar con justicia propia.

Eso sumado al rencor de los pobres o trabajadores, quienes fueron arruinados por los decretos nazis de la pandemia de coronavirus, a los que les prohibieron respirar libremente, a los que chantajearon para pincharse una vacuna que no vacuna, los que delante de sus hijos fueron humillados por un policía… Todo eso son deudas que los Estados Penitenciarios y Policiales Nazis del coronavirus deben a muchísima gente no delincuente.

Y es razonable que el Estado, sus jueces, policías y ejército, se hayan convertido en los enemigos de los trabajadores y castas pobres. Hoy más que nunca.

No todo humano es una oveja castrada de pensamiento y obedientemente aplaudidora.

Esto es algo que para cualquier persona con un mínimo conocimiento de la especie humana y la ética, no plantearía misterio; pero parece ser por lo que dice el titular, que bien el coronavirus, o bien la vacuna que no vacuna; dejaron como efecto secundario la imbecilidad. Por ello no pueden entender lo obvio del porque se ha “disparado” el crimen desde la pandemia.

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