¡Pobre mujer! La sombra del tirano Maduro la persigue. Y ahora el mal se le personifica en el Caudillo Español Nazi Penitenciario Homosexual Clima-sanitario y su gobierno.
Ambos caudillos, el Maduro y el Sánchez, son íntimos amigos y comparten ese cáncer de ego que, se traduce en un hipertrofiado narcisismo preñado de paranoia de superioridad. Sueñan con pasar a la historia que continuamente pervierten con su farisea cháchara paternalista para llevar a cabo con impunidad sus delitos y corrupciones.
No debemos olvidar al paje de ambas altezas: el Zapatero, correveidile y asesor de entretenimientos, narcosis y corruptelas.
De verdad que lo siento por Dalila, volver a repetir la misma mierda a más de diez mil kilómetros lejos de aquello.
Ya es mala suerte.
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