lunes, 18 de abril de 2022

Los diseñadores que no escriben


Hay fabricantes de bolígrafos que se sienten muy orgullosos de practicar un moleteado o rugosidad en la zona de agarre.

No tienen ni puta idea, cómo se nota que no usan el bolígrafo más que para pinchar botones ocultos de “reset”. No saben lo que es escribir cada día con un par de cojones. De lo contrario no lo harían, ya que además de no servir la rugosidad para que el bolígrafo no se deslice de los dedos, crea dolor y llagas.

Profundas llagas y luego callos de mierda.

Se podría decir que alguien les hizo el cráneo rugoso por dentro y por ello se les hubiera dañado el cerebro como mis putos dedos inquietos.

Y encima te cobran una pasta por el diseño estúpido y su ocurrencia.

Más tontos y nacen de plástico, como un robotito de 0,7 € que venden en los bazares asiáticos con pila incluida.

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