martes, 1 de marzo de 2022

Por precaución e inteligencia

Se debe sopesar por precaución (nada ocurre por casualidad) y porque es deber de todo ser humano inteligente y libre, desconfiar de los dictadores que ahora gobiernan con las tablas de los diez mandamientos del coronavirus: la misma conspiración nazi planetaria (de las antiguas democracias occidentales que existían dos años atrás, en marzo 2020) que ha creado la pandemia del coronavirus, prosigue con el segundo acto: la guerra entre Rusia y Ucrania. Que posiblemente virará a guerra mundial en un tercer acto. Una vez ensayado el control de las masas y sabiendo de su cobardía, obediencia y fe en los estafadores políticos es el momento de la exterminación más o menos selectiva de gran parte de la población.

Las poblaciones, a medida que sean alimentadas con imágenes y memes de la guerra, entrarán en tal estado de pánico que no se darán cuenta de que estarán en un campo de batalla. Han llegado allá sin una sola queja y con el bozal a cielo abierto aún en el hocico (como sería el caso del ejército militar español, por ejemplo).

Estarán recogiendo sus intestinos del suelo para metérselos dentro y aún repetirán la oración de: “¡Qué va! Hoy día no puede haber una guerra. A nadie le interesa una guerra”.

Puede que veamos pronto selfis de usuarios felices de patas amputadas en instagram y videos de evisceración por granada en tiktok, decorados con emojis tristes. Es la previsibilidad de la decadencia humana.

¿Putin es diminutivo de puto? ¿Es una divertida casualidad o una realidad obscena?

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