miércoles, 2 de marzo de 2022

Ya integrado en el medio natural

Cuando verdaderamente disfrutas de la naturaleza es cuando dejas de fotografiarla a cada instante. Entonces le prestas la atención seria que se merece.

Y llegas a ese estado porque ya formas parte de ella y no es un hecho extraordinario vivirla.

En definitiva, uno de los síntomas de que ya perteneces al medio natural es cuando dejas de fotografiarlo todo como si fuera el último día y eliges lo realmente bello o curioso tras la observación.

Por ejemplo: la corteza que está arrancando y comiéndose del árbol el caballo ¿es narcótica y está enganchado a ella? ¿Flipa con ser Pegaso o un ñoño unicornio? ¿Debería rascarla y luego traficar con ella vendiéndola como crecepelo de la risa? Un poco de dinero extra no viene nunca mal, es para ayuda humanitaria, lo juro.

No te fijas en el caballo, si no en lo que hace, masca o esnifa. Incluso sientes ganas de ir a arrancar unas cortezas y masticarlas por si hubiera suerte.

Por otra parte, cuando has escuchado la potencia de la coz de un caballo, ni se te ocurre pensar en selfis molonas y tiernas.

No hay comentarios: