Lo que había aprendido al llegar a la madurez intelectual, es que millones de humanos estaban equivocados y yo no. Justo lo contrario que dice el saber popular.
A partir de ese momento, de esa iluminación a los trece años, todo fue a peor.
Es deseable poseer una mente simple en un cerebro sin rugosidades para conseguir un estado de gracia espiritual en esta pocilga que llaman sociedad.
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