martes, 20 de octubre de 2020

Los preceptos de la envidia


Como norma, un precepto religioso o una ley de los actuales códigos penales, se basa en la envidia.

La persona más libre, creativa, independiente y valiente será penada por los sacerdotes o jueces de la mediocridad.

Y es que una persona libre deja en evidencia a la gran parte de la población de esclavos eunucos que forman las actuales y multitudinarias sociedades y ciudades-granja. Seres humanos castrados y condicionados mentalmente hasta descender al rango de rumiantes.

Por un bienestar de la chusma, los libres y creadores serán castigados.

Para que ningún de los mediocres que forma la chusma, intente jamás sentirse libre o pensar libremente.

La chusma… Esa que da los votos y con ello el consentimiento de robar a los políticos.

El escarmiento es la más vieja artimaña del poder civil, militar, religioso y laboral.

Por otra parte, los que velan por la eternidad de la mediocridad, han de ser cautelosos para que los mediocres no sepan de su condición y los libres no sospechen que existen esas leyes de la más pura envidia oscurantista.

Las vacas que van al matadero no pueden avisar al resto para que escapen, solo saben su final de trayecto cuando es tarde para escapar y para avisar.

Es justamente lo que hacía ese fascismo formado por los tarados y maricones que formaban el gobierno del III Reich con sus trenes de la solución final judía.

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