domingo, 29 de noviembre de 2015

El impreciso amor


Existes para que yo quiera vivir, para que acepte la vida con la ineludible condición de estar en tu pensamiento.
Te hago responsable de mi vida y muerte.
No te voy a describir las venas que palpitan por debajo de mi vientre, ni la incomodidad que siento cuando el pantalón me ahoga; pero eres responsable de esta asfixia.
Eres responsable de crear una húmeda y tórrida mazmorra en mí mismo con cada "¡Ahá!", cuando ríes y asientes feliz a mis indecorosas expresiones de deseo. Cuando me toleras con esa mirada ultraterrena.
Enamorado y dolorosamente erecto...
Haces de mi vida una paranoia de ternuras y animalidad.
Y así, cualquier consideración de sosiego es una amenaza a la intensidad que le das a mis días.
Y sin esa intensidad enloquecedora, soy mierda.
Soy absolutamente irresponsable de lo que haces conmigo.
Quisiera recordar tiempos anteriores a ti; pero no existen. Por lo visto, nací en el mismo momento que miraste mis ojos no natos.
Entiendes ¿verdad?
El amor es una piel fundida en otra.
No sé cómo describir con precisión esta tragedia de amarte.
"Amor" tiene tan pocas letras, es tan impreciso...

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