domingo, 30 de abril de 2023

tg--Suspendido de un segundo quieto--ic


A veces pasa que escribo bajo un árbol o a la vera del río.

La mano se paraliza y la tinta no llega al papel. Los otros dedos se aferran al cuaderno porque es más sólido que yo.

Una vaharada fresca se ha deslizado por el rostro y lo limpia del cansancio y de lo que lo provoca.

Me mezo en el tiempo detenido con los párpados caídos.

Una nube de opio en el pensamiento…

Y no puedo dejar de pensar que el viento es mi amigo y arrastra lo que pesa porque me quiere.

No sabe cómo le agradezco la ayuda, la piedad.

Del sudor hace gotas frías de las altas montañas que no seco.

Si morir fuera así…

Qué urgencia por marchar.



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