El Nuevo y Normal Estado Penitenciario Fascista Español del Coronavirus y de la guerra ruso-ucraniana, se parece a esos lemings (roedores) nórdicos, que según cuentan las leyendas urbanas, un día deciden lanzarse por un desfiladero para estrellarse contra las rocas o ahogarse en el mar en un suicidio multitudinario.
Dicho Estado Español, ha creado un gobierno de magnitudes soviéticas, con un gasto público no apto ni para los países más ricos del mundo.
Y ahora quiere cargar en trabajadores y pensionistas treinta mil nóminas más que llevarán a un crack que convertirá la crisis griega del 2009* en una fruslería.
Los caciques autonómicos, van a tener que prohibir recoger las colillas del suelo en sus taifas para no devolver el dinero que plantean robar a los fumadores; incluso obligarán a fumar a los no fumadores para arrancarles o robarles todo el dinero que puedan.
Está visto que no habrá suficientes colillas en España para pagar el gran crack español que se avecina.
Lo malo es que con toda probabilidad no habrá rescate para España (sería un rescate colosal que ningún país podría tolerar a su costa) como lo hubo para Grecia, ya que los burócratas europeos le han avisado cientos de veces al Nuevo y Normal Caudillo de la desmesura de su gobierno soviético con tantísimos ministerios y la multimillonaria nómina de funcionarios que ha de pagar a expensas de las nóminas de los trabajadores y pensionistas.
Los españoles vamos como los lemings, al desfiladero y además, aplaudiendo al neonazismo (yo no, yo no aplaudo ni a dios si existiera).
Obsérvese que el gobierno penitenciario fascista español, calza bozal porque incluso entre ellos mismos temen envenenarse.
*(La crisis de la deuda soberana en Grecia, se inició cuando el Partido Socialista ganó las elecciones parlamentarias de Grecia de 2009. Cuando el presidente tomó el poder anunció que la situación económica del país era catastrófica y que el déficit presupuestario para aquel año sería muy superior a lo que había anunciado el gobierno precedente. Grecia entró en bancarrota. Le ha costado trece años superar la deuda y su ruina, y lo que aún colea.)
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