Crear una burocracia soviética está pasado de moda y además, hundirá la economía.
Si un jerarca pretende continuar en el poder alegando que ha creado empleo aumentando el número de funcionarios, debería ser juzgado por delito de falsedad y estafa. Debería haber alguna autoridad que metiera en la cárcel a semejante estafador.
Si España es una enormidad monstruosa en nóminas de gasto público o funcionariado, ahora solo faltaba echar gasolina a la pira con veinticuatro mil plazas más.
Ya no quedan trabajadores suficientes para asumir el gasto del estado.
No entienden los subnormales que forman el gobierno, que crear funcionarios en una economía muerta como la española, es lo mismo que tener hambre y cortarse uno mismo una pierna para comer.
El estado español es caníbal, se lo come todo y se comerá a sí mismo en su imbecilidad.
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