Han ganado su buena pasta y ahora a esperar que surja otra causa que obligue a la población a un consumo masivo de algo por imposición fraudulenta fascista.
Han aprovechado su oportunidad, se han forrado de oro y ahora a lloriquear…
Especuladores u oportunistas nunca tienen suficiente.
La cuestión es que aunque no sean necesarios, los bozales se continuarán usando porque forma parte del pánico irracional y bovino de esta decadente sociedad.
Los fabricantes de bozales se tendrán que conformar con ganar unos pocos menos millones. El lloriqueo es solo puro cuento.
No hay comentarios:
Publicar un comentario