viernes, 18 de junio de 2021

Un tremendo colocón o entrenando judo


Si fueran higos o cualquier otra fruta madura, lo entendería. Pero aunque no tuvieran mucho cerebro con toda probabilidad, no eran higos.

La teoría más plausible es que llevaran un tremendo colocón, ya sea borrachos, esnifados, acidificados, mariguanados, e incluso, con un buen jaco de caballo en vena y decidieran dar un paseo volando para despejar la neurona que aún les podía funcionar.

La otra hipótesis sería que en plena madrugada, se dedicaron al cortejo reproductivo practicando judo como danza ritual con la ventana abierta y pasa lo que pasa.

Pero lo que está claro, es que el forense en los cadáveres colgará de los dedos gordos de los pies una etiqueta de “muerto por la covid 19”.

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