Esto no debería ser noticia si llevas viviendo en España (o en cualquier país fascista de falsa democracia) dos o tres meses.
En seguida te das cuenta de que va el rollo (los subnormales tardan una semana más, pero se enteran también). Y no es por internet, es que en los barrios más pobres contratan gente de menor cualificación técnica y por lo tanto son más torpes para teclear cosas en el ordenador y mientras tanto, el sanitario que tiene que inyectar las vacunas, entre dosis y dosis habla y folla con el maniquí de primeros auxilios de la cantidad de tiempo libre que tiene.
Si al menos, las oficinistas aprendieran a usar un dedo más para teclear las cosas que no importan, podrían vacunar a doscientos cabestros más por día.
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