martes, 27 de octubre de 2015

Legislación de amor


- ¿Sabes, cielo? Apartir del momento en el que empiece a besar tu vientre, lo que te haré rozará la ilegalidad.
Ella sonríe agitando los pechos brillantes de rastros de una lengua voraz, separando obscenamente las piernas ante leyes y decencias.
Hunde los dedos en su cabello y le obliga a beber todo asomo de moralidad y legalidad que se le derrama. El derecho no existe, solo la dictadura del deseo.
Y la sonrisa se convierte en gemido. Y el gemido, en una blasfemia de placer.

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