lunes, 3 de mayo de 2021

La censura hasta en la música de pago


Resulta que ahora, los proveedores de música por suscripción deciden por ti lo que debes y no debes oír.

Y así buscas una canción de Eminem como Rabbit run y ves que está etiquetada como “clean” (limpiada). Y escuchas la canción a saltos, porque enmudecen las palabras que ellos consideran mal sonantes.

O bien, pueden marcarlas como editadas, para que sepas que no es lo que el autor creó, y lo que tiempo atrás compraste como una banda sonora de una película, en este caso 8 Millas lo han convertido en mierda.

Como escribí como motivo de baja a la compañía censora y suministradora de música adulterada: “Nadie me dice lo que debo oír y mucho menos si pago una suscripción”.

Y se pueden meter sus listas personalizadas de canciones y su gran oferta musical por el culo; no voy a pagar (al menos voluntariamente) ni un solo céntimo al fascismo y su censura de mierda.

Una vez fuera de Spotify, busqué las mismas canciones en Amazon music, y me di cuenta de que todo está podrido, corrupto, manipulado. Así que cancelé la suscripción y muy graciosos ellos, hicieron saltar un banner que decía: ¿Seguro que entre 70 millones de canciones no hay nada que te guste?

Es muy bueno… Me hizo reír. Supongo que están tan habituados al fascismo, que no se dan cuenta de que ellos son la misma basura. Como si no existiera censura de mierda.

Es el peor momento que cualquiera con inquietudes artísticas o de libertad, pudiera vivir. Es el fin de la libertad y la inteligencia.

Pues mira por donde, que me cago en Dios y en toda esa pandilla de hijos de puta que controlan la nueva y normal moralidad de mierda y su lenguaje. Pedazos de mierda… Menos mal que no me censuro a mí mismo, como está tan de moda en los nuevos fariseos y puritanos fascistas. Es que soy alérgico a la moralidad puta; me salen pollas por la piel (perdón quería decir ampollas).

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