viernes, 7 de mayo de 2021

Claro que no es la vacuna, es un espíritu diabólico

 

Menos mal que le toca de vez en cuando a un ilustre prócer sentir la mordida de la vacuna fascista, aunque no sea por ello la razón del ataque. Es casualidad que recién vacunados, el corazón sufra raros espasmos y la sangre se haga canicas.

Debe tratarse sin duda alguna de posesión diabólica.

Aunque según dice el nuevo y normal gobierno fascista español del coronavirus, la culpa sería también de alguna aspirina.

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