Las noches cobardes de la grisentería, de la ruina, del miedo, de la represión y la bofia husmeando ávida de acoso.
Porque si la libertad es enfermedad, el nuevo y normal fascismo español es una mala bacteria que se la come.
Son las negras noches de un nuevo franquismo que ha entrado como un parásito de las heces y durar años, extendiendo su manto de cárcel y vigilancia a todas las horas del día y de la noche.
Tardes tan muertas como sus noches, porque son las siete de la tarde.
Y está muerto todo, incluso a su propio fascista coronavirus han asqueado.
Sin libertad la vida no es posible, está abocada a una violenta destrucción.
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