Los chulos de putas, políticos, sacerdotes y la policía tienen las mismas ambiciones y aficiones: vivir a costa del trabajo de otros.
Los chulos facilitan un servicio sexual y se llevan una pasta de sus putas.
Los políticos mienten a las presentes y próximas generaciones con esa basura de “un futuro mejor para ellas” y una mierda para los que respiran ahora.
Los sacerdotes te dicen simplemente: “espera a morir para tener cosa buena”. En definitiva: después de muerto ya hablaremos de tu felicidad.
Y la policía de las “democracias” alardea de respetar derechos y libertades. Mienten como bellacos: acosan, extorsionan, sancionan por nada y dan palizas si se surge la oportunidad. Por el mismo precio, tal vez sea una opción mejor ser negro en USA.
Confía en el proxeneta.
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