Idioteces dichas por idiotas. Citas. Reflexiones de zambombazo urgente. Miserias y más mentiras. Vamos, la misma mierda de todos los días, pero más breve. Que hay prisa y prisa y pagan una mierda por soportar tanta banalidad.
martes, 6 de enero de 2015
sábado, 3 de enero de 2015
La ternura y la pasión
Me gusta tu timidez, tu nerviosismo al mirarme. Ese deseo de cruzar unas palabras...
Te hace una criatura arrebatadoramente tierna. Un poco desprotegida.
No sabes lo que deseo abrazar toda esa ternura. Tanto como besar tus carnales labios que hablan de explosivas pasiones.
Estoy cansado de caminar.
Y no estás, tal vez no existes.
Tal vez...
Por Dios... Esos carnosos labios...
Te hace una criatura arrebatadoramente tierna. Un poco desprotegida.
No sabes lo que deseo abrazar toda esa ternura. Tanto como besar tus carnales labios que hablan de explosivas pasiones.
Estoy cansado de caminar.
Y no estás, tal vez no existes.
Tal vez...
Por Dios... Esos carnosos labios...
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viernes, 2 de enero de 2015
jueves, 1 de enero de 2015
Doce campanadas, un homenaje
1.Ding-Dong: un abrazo a ese ser que me sobrevivirá y superará. Es mi hijo y es un cometa recorriendo raudo el universo. Que los dioses y los astros lo cuiden, sobre todo cuando yo muera; o a costa de mi muerte.
2.Ding-Dong: una sonrisa a los hermanos y amigos (es lo mismo). A los grandes amigos que aparecen en lugares y momentos insospechados, en los mejores momentos, en los necesarios. Una sonrisa, un abrazo, un apretón de manos; algo sincero para variar.
3.Ding-Dong: por una pequeña amiga, con la que no es momento para hablar como adultos, pero es la ternura y la belleza en tamaño pequeño. Es tiempo de besos y juguetes para ella. Es inolvidable.
4.Ding-Dong: un cerrar de ojos sereno y tranquilo y la lengua humedeciendo mis labios resecos, ante la sensualidad que aparece como por ensalmo convirtiendo los minutos en deseos. Que me hace hombre desbocado y salvaje.
5. Ding-Dong: una caricia a mis gatas, peluches que respiran. Piden y dan caricias con una generosidad y una ternura, que las convierte en paradigmas de cariño.
6. Ding-Dong: la pluma entre mis dedos y las palabras que derrama en un orden adecuado. Ideas que luego no reconozco como mías. Dejar de gozar de la magia del dolor-placer de escribir, sería lo mismo que morir.
7. Ding-Dong: levanto los brazos al aire fresco de enero, que depura atmósferas y tiempos viciados y corruptos.
8. Ding-Dong: una lágrima por los muertos, por los amados y queridos muertos; siempre presentes; pero no dolientes. Dulces nostalgias que han conformado y confortado mi ser.
9. Ding-Dong: a una pierna que duele, pero no desfallece. A un dolor siempre presente, pero no inmovilizante. Tibia negra e hinchada, recubierta de piel escamada, lo haces bien amiga.
10. Ding-Dong: a un lugar que con sus vientos, cenizas y terremotos, barre miedos y miserias de la mente, los cambia por emociones más físicas. Resta gravedad al pensamiento cuando es demasiado denso.
11. Ding-Dong: a la distancia que me aleja de lo bueno y lo malo del pasado creando nuevas perspectivas, nuevas cicatrices.
12. Ding-Dong: a la fuerza y a la tenacidad que a falta de una buena inteligencia, me conduce por la vida.
No son campanadas de alegres deseos, son la vida misma, son importantes. Son reales
Porque los deseos no se cumplen y las ilusiones se rompen. Es mejor amar lo que se tiene, lo que se siente, aunque sea dolor.
2.Ding-Dong: una sonrisa a los hermanos y amigos (es lo mismo). A los grandes amigos que aparecen en lugares y momentos insospechados, en los mejores momentos, en los necesarios. Una sonrisa, un abrazo, un apretón de manos; algo sincero para variar.
3.Ding-Dong: por una pequeña amiga, con la que no es momento para hablar como adultos, pero es la ternura y la belleza en tamaño pequeño. Es tiempo de besos y juguetes para ella. Es inolvidable.
4.Ding-Dong: un cerrar de ojos sereno y tranquilo y la lengua humedeciendo mis labios resecos, ante la sensualidad que aparece como por ensalmo convirtiendo los minutos en deseos. Que me hace hombre desbocado y salvaje.
5. Ding-Dong: una caricia a mis gatas, peluches que respiran. Piden y dan caricias con una generosidad y una ternura, que las convierte en paradigmas de cariño.
6. Ding-Dong: la pluma entre mis dedos y las palabras que derrama en un orden adecuado. Ideas que luego no reconozco como mías. Dejar de gozar de la magia del dolor-placer de escribir, sería lo mismo que morir.
7. Ding-Dong: levanto los brazos al aire fresco de enero, que depura atmósferas y tiempos viciados y corruptos.
8. Ding-Dong: una lágrima por los muertos, por los amados y queridos muertos; siempre presentes; pero no dolientes. Dulces nostalgias que han conformado y confortado mi ser.
9. Ding-Dong: a una pierna que duele, pero no desfallece. A un dolor siempre presente, pero no inmovilizante. Tibia negra e hinchada, recubierta de piel escamada, lo haces bien amiga.
10. Ding-Dong: a un lugar que con sus vientos, cenizas y terremotos, barre miedos y miserias de la mente, los cambia por emociones más físicas. Resta gravedad al pensamiento cuando es demasiado denso.
11. Ding-Dong: a la distancia que me aleja de lo bueno y lo malo del pasado creando nuevas perspectivas, nuevas cicatrices.
12. Ding-Dong: a la fuerza y a la tenacidad que a falta de una buena inteligencia, me conduce por la vida.
No son campanadas de alegres deseos, son la vida misma, son importantes. Son reales
Porque los deseos no se cumplen y las ilusiones se rompen. Es mejor amar lo que se tiene, lo que se siente, aunque sea dolor.
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lunes, 29 de diciembre de 2014
Seres incompletos
Hay puntos de luz que resaltan algo por casualidad y en la voluntad de cada cual está creer que es una pista, un consejo del destino.
La humanidad desespera por algo de magia y fantasía. Seres incompletos que no consiguen averiguar que les falta.
Nadie quiere aceptar una vida tan plana y mediocre.
Cualquier día es bueno para un suicidio.
La humanidad desespera por algo de magia y fantasía. Seres incompletos que no consiguen averiguar que les falta.
Nadie quiere aceptar una vida tan plana y mediocre.
Cualquier día es bueno para un suicidio.
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domingo, 28 de diciembre de 2014
Un poco de humor negro
Ya sé que no es cosa de risa; pero siempre es jocoso el movimiento de las dentaduras de dos ancianos con bastón al que ocho personas que no caben en el tramo de tres escalones, los ayudan a bajarlos.
Es un momento en el que pierde totalmente interés la orquesta y su música, porque los invitados del banquete observamos con una media sonrisa si los viejos llegarán sanos y salvos al piso.
Yo diría que dejamos las carnitas a medio masticar ante la expectación. Qué morbo.
Y yo observo todo eso y además, un pequeño caminito sin obstáculos a través de la zona de cocina que lleva al mismo sitio.
Y callo como un zorro, no sería tan divertido.
Tampoco me harían caso, a todos nos gusta grabar videos de caídas.
Al final no hay nada que grabar y volvemos a prestar atención a las macizas de la orquesta.
Otra vez será...
(Experiencias rurales)
Es un momento en el que pierde totalmente interés la orquesta y su música, porque los invitados del banquete observamos con una media sonrisa si los viejos llegarán sanos y salvos al piso.
Yo diría que dejamos las carnitas a medio masticar ante la expectación. Qué morbo.
Y yo observo todo eso y además, un pequeño caminito sin obstáculos a través de la zona de cocina que lleva al mismo sitio.
Y callo como un zorro, no sería tan divertido.
Tampoco me harían caso, a todos nos gusta grabar videos de caídas.
Al final no hay nada que grabar y volvemos a prestar atención a las macizas de la orquesta.
Otra vez será...
(Experiencias rurales)
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sábado, 27 de diciembre de 2014
Un viaje maravilloso
¿Por qué cuando alguien viaja a un lugar raro o exótico que solo conoce su puta madre con suerte, te pregunta si has estado allí. Y además, si hace poco, para mayor inri?
Ves sus manos temblorosas con una cámara fotográfica cargada con siete u ocho mil fotos, dispuesto a enseñártelas todas.
Hay que tener reflejos y hablar rápidamente:
-No sé dónde está Cincronopios, no tenía pensado ir allá y ahora que se existe, tampoco. ¿Por qué cojones tendría que ir? ¿Y tú por qué has ido? Tiene nombre de medicamento para deficientes mentales. ¿Eres peregrino de alguna religión? ¿Hay sexo gratis? ¿Es un viaje regalo de Chedraui o similar? ¿Una oferta de agencia? ¿Incluye excursiones en burro?
Y no hablemos de la odisea que te pueden contar por unos segundos de puenting o paracaidismo. Te van a mostrar sus gráficas cardíacas, de presión arterial, el nombre del instructor como si hubieran practicado sexo y unas muestras de heces y orina.
Más vale perder un amigo que soportar tres horas de malas fotos y explicaciones aburridas.
La amistad está patológicamente sobrevalorada.
Ves sus manos temblorosas con una cámara fotográfica cargada con siete u ocho mil fotos, dispuesto a enseñártelas todas.
Hay que tener reflejos y hablar rápidamente:
-No sé dónde está Cincronopios, no tenía pensado ir allá y ahora que se existe, tampoco. ¿Por qué cojones tendría que ir? ¿Y tú por qué has ido? Tiene nombre de medicamento para deficientes mentales. ¿Eres peregrino de alguna religión? ¿Hay sexo gratis? ¿Es un viaje regalo de Chedraui o similar? ¿Una oferta de agencia? ¿Incluye excursiones en burro?
Y no hablemos de la odisea que te pueden contar por unos segundos de puenting o paracaidismo. Te van a mostrar sus gráficas cardíacas, de presión arterial, el nombre del instructor como si hubieran practicado sexo y unas muestras de heces y orina.
Más vale perder un amigo que soportar tres horas de malas fotos y explicaciones aburridas.
La amistad está patológicamente sobrevalorada.
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viernes, 26 de diciembre de 2014
Oculto deseo
Su sonrisa de luz...
Los pezones erizados, las piernas entreabiertas, una mano en el vientre deslizándose suave, los labios entreabiertos, la lengua fresca y húmeda. Su vagina tan brillante...
La penumbra la envuelve en halo de deidad.
Que preciosa criatura intuyo y espío, que siento y presiento.
Mi pene latiendo, un segundo corazón.
Bendita sea la secreta y ávida lujuria.
Los pezones erizados, las piernas entreabiertas, una mano en el vientre deslizándose suave, los labios entreabiertos, la lengua fresca y húmeda. Su vagina tan brillante...
La penumbra la envuelve en halo de deidad.
Que preciosa criatura intuyo y espío, que siento y presiento.
Mi pene latiendo, un segundo corazón.
Bendita sea la secreta y ávida lujuria.
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