martes, 8 de julio de 2025

tg--El ayatolá Sánchez, una mujerona llorona--ic

Un tiparraco aferrado indignamente al poder es una rémora para cualquier político o institución.

Muchos cargos políticos internacionales han dimitido sin dilación cuando se han visto salpicados por la corrupción o su propia mala gestión; por mucho menos que el cártel de corruptos que ha montado en el estado español el rey y ayatolá hispanocatalán Sánchez I el Arribista, sumo sacerdote masónico de la secta psoe, inventor de la Amnistía Corrupta Española 2024 y cobarde histórico.

No puede caer bien a ningún político extranjero o nacional que no mame de sus tetas, es intensamente mezquino en su fariseo, oportunista y melodramático victimismo.

Literalmente repele a cualquiera que tenga un mínimo sentido de la dignidad.

Sólo se acercan a él los de su especie, y son minorías fascistas y supremacistas que le arrancan de los dedos parte del dinero que roba a la casta paria asalariada española (“todas y todos”). En los demás, causa una natural e inevitable repelencia.

Y ensucia a cualquiera que se mueva en su órbita.

Es prácticamente un leproso político y civil en estos momentos.

En Europa no lo quieren ni los políticos vacunados.

Sobre todo desde que ha intentado parasitar el parlamento europeo con sus interesados e indignos lloriqueos por oficializar el catalán por sus necesidades personales, que son virtudes por las que siente la necesidad también de pedir su canonización al papa. Fijo.

El ayatolá Sánchez I el Arribista, es una mujerona llorona buscando una caridad que lo mantenga en su poltrona de la moncloa a costa y por encima de quien sea.

Ni siquiera es un villano, es sólo un super rastrero de tantos que te encuentras en la vida laboral. Y al que un día, ante la mínima oportunidad, le partirás la cara al gusano.


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