Otra más de aquellas noticias con las que los estados fascistas climatológicos inundaron la prensa en el verano apocalíptico 2022.
Lo más lógico es pensar que el estado vertiera veneno en el agua para aumentar la cuantía de impuestos con los que están desangrando a los trabajadores.
Piensa mal y acertarás, y más aún en estos tiempos de dictaduras climatológicas, energéticas, sanitarias y homosexuales.
El fascismo ya es una moda ampliamente aceptada y aplaudida.
Y como ya no quedan verdaderos intelectuales… Todos y todas a lamer los genitales a sus líderes nazis.
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