miércoles, 23 de septiembre de 2020

Pobre luna


Cuando la luna aparece de día, si la observas bien, parece que el cielo la desgarra, como si la luz del día quisiera borrar lo que es de la noche.

Odia a los forasteros.

Y la luna mira con su cuenca-cráter de calavera muy abierto y dolorido al oeste, esforzándose en no ser desgarrada. Intentando escapar de la aniquilación del día que se la come desde el este.

Y debe ser verdad, porque repentinamente ha empezado a soplar el viento furioso queriendo desgarrar mi cuaderno.

A nadie le gusta que lo identifiquen como algo mezquino y envidioso; aunque reconozca mortificado su condición.

Si los planetas envidian, los microbios que los habitan, padecen la misma indignidad.

El universo todo está sucio…

Pobre luna desgarrada...

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