lunes, 21 de septiembre de 2020

Mi rumbo


Busco un rumbo que me lleve a quien amo.

Que sea en un lugar donde solo vivan animales sin habla. Aunque sean humanos con cáncer de cuerdas vocales, que ya no puedan hablar. Apenas vivir…

Que nadie pueda expresar mediocridad si no han muerto todos los afectados de mezquindad.

Y en semejante paraíso de silencio y mudas indignidades, la quiero a ella.

Con amnesia, para que no se acuerde que en otro momento y lugar fue feliz sin mí.

Que no recuerde lo que amó y a los que la amaron, para que no tenga datos para juzgar.

Para evitar que pueda tener cualquier tipo de competencia, sean recuerdos en su hermosa mente o humanos que aún existen. Quiero ser su único amor y dios.

Quiero que mi brújula marque ese rumbo donde para ella seré la única posibilidad de encontrar amor y ser amada.

No importa cuantas mentiras y verdades deba inventar.

El rumbo a ella justifica cualquier barbaridad o falta de sutileza. Justifica todos los medios.

Y jugar limpio es una opción que no me ha servido de nada a lo largo de la vida que se me agota ya.

Si tuviera alma se la vendería al diablo si existiera.

La quiero a ella y su coño en el mejor lugar, sin más interferencias e injerencias.

Así, con todo mi egoísmo, con mi indiferente crueldad a todo lo que no sea ella.

Con esta polla dura de glande viscoso marcando el rumbo al único paraíso que puedo imaginar.


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