sábado, 27 de febrero de 2016

Ferrórganos


El ferrocarril y yo somos parecidos, funcionamos a lo largo del tiempo sin alardes cibernéticos. Solo acero insensible, o tendones y nervios enterrados en la carne que lo parecen: férreos y ajenos a lo humano.
El próximo cambio de agujas se presiente oscuro como boca de lobo.

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