martes, 7 de julio de 2015

Berenjena y película


Debe ser que me encuentro en estado de shock por las altas temperaturas y por ello no he lanzado el televisor por la ventana.
No imaginaba que por la tele pasaran películas tan horrorosas sin recibir compensación económica a cambio, porque Viaje al Centro de la Tierra 2 es chabacana, aburrida, deprimente, chapucera, insulta la inteligencia y al mismísimo cine. Si creía que no podía existir algo peor que Cantinflas (2014), estaba equivocado, la que estoy viendo es igual de malo o incluso un poco peor.
Las ovejas están insomnes con solo escuchar el soundtrack que no es soundtrack, es un ruido mal acompasado.
Mientras se mueve ese conjunto de estupideces y de malos chistes en la pantalla, he sacado una verdura de la cocina (concretamente una berenjena) y estoy pasando un buen rato observándola.
No he apagado la tele, porque soy poderoso y puedo adorar una berenjena mientras oigo estupideces, mi cerebro es cuadrafónico desgraciadamente, pero tengo que mantener mi angustia existencial.
También podría hacer como Elvis en sus mejores colocones: pegarle un tiro al televisor; pero no soy económicamente próspero y no tengo pistola. Así que me conformo con escupir a la pantalla esporádicamente, cosa de la que me arrepentiré dentro de un rato.
Aún así, estoy pensando seriamente en clavarle la berenjena al aparato.
A lo único que presto atención de esa hediondez de película, es al bajo talle del pantalón de la chica, que me hace pensar que su monte de Venus está total y obscenamente depilado. Muy depilado.
A menos, claro está, que se trate del panty que le llega justo por debajo de las tetas, cosa que considero más probable.
¿Dios está presente también en las berenjenas?
Uno de los pseudo actores dice mientras observo la berenjena: "Eso nos retrasaría".
Llegó tarde, ya son unos retrasados.

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