Vamos a ver, porque la prensa está tan podrida como la seguridad jurídica en España.
Cuando en lugar de “corrupción” dicen “inseguridad jurídica”, le están pasando la lengua por el ano al Gobierno Español Nazi Penitenciario Homosexual Sanitario; ningún político desde Franco ha tenido el esfínter tan limpio como los del actual comité nazi-comunista chino español.
Porque si la inseguridad se debe a que han fabricado un nuevo código penal para ellos donde no existen delitos de corrupción, prevaricación, malversación, traición y golpes de estado. Por no decir que el tribunal constitucional es la putita del Caudillo, lo que él dice sus jueces (de su propiedad) lo avalan moviendo la cabeza como aquellos perritos de los coches de los años 70. Y los otros, los pequeños jueces, pues son más de los caciques autonómicos nazis, siempre dispuestos a avalar todo encarcelamiento o corrupción. Todo eso en cualquier lado, como en México, o en Venezuela que tan amigo es el caudillo español del general venezolano; es corrupción, nada de inseguridad ni pollas.
Corrupción que se escribe como aquí la he escrito (por si acaso desconocen el término periodistas y tertulianos).
Es que no hay inseguridad alguna porque es seguro que van a extorsionar al trabajador, al empresario y al ciego que vende cupones si no les pasa uno premiado. Como es seguro que los parados que no ha contabilizado el gobierno español en su propaganda pre electoral adelantada, están paradísimos y en grandes cantidades.
Hablar de inseguridad, insisto, es practicar un beso negro directamente en el ano del Caudillo hasta que reluzca o al del secuaz o jerarca designado por el Caudillo que les pille más cerca.
Y de esa clase de sexualidad, los periodistas españoles, son los más sucios del planeta, o tanto como los venezolanos.
Sin ir más lejos, mientras me comía mi bocata de chorizo ibérico para desayunar con una botella de cocacola, unos chicharrones pletóricos de grasa y luego me tragaba un par de donuts sin pudor alguno (como Homer Simpson); en una emisora que empieza por “a” y acaba por la sílaba “tres”, pasaban un programa de tertulianos que tanto les gusta besar el culo de los nazis corruptos del gobierno español; y enfurecidos han gritado a coro (tanto que he sentido vergüenza ajena) que en España no hay inseguridad jurídica (por el asunto este de Ferrovial). Y casi golpeando la mesa, los tertulianos prostitutos, también han gritado que España no es Venezuela.
Yo me cagaba en Dios de mi mala suerte. Por una vez que pongo un programa de televisión en lugar de enchufarme a prime video, me sale esa mierda de caterva tertulianos pro nazismo español defendiendo al bicho del Caudillo y su hedionda “seguridad jurídica”.
No jodas, ha sido peor que ver una emisión de los tiempos del golpe de estado nazi español a las libertades con el cuento del estado de alarma por coronavirus y su conteo de muertos e infectados. O más repugnante aún: la hora de emisión de los aplausos y el “resistiré” de la tarde, al régimen nazi penitenciario español homosexual sanitario de los encarcelamientos por coronavirus a primeros del 2020.
No me ha sentado mal el almuerzo; pero sí se me han acelerado las ganas de cagar.