Que en una dictadura de aristócratas usureros e impunes privilegiados haya pseudo votado el 67 % de la población de la taifa autonómica gallega, es muchísimo.
¿No tenían nada mejor que hacer que colaborar en multitud con el narco Estado Español, perdiendo su tiempo en ir al mercado de los votos y regalar los suyos?
¿De verdad no se han enterado que votar masivamente engorda a los corruptos políticos de la amnistía y el nazismo del coronavirus?
Porque cuanto más se vota, como la mujer maltratada servil, más la apaliza el macho o el Estado en el caso de los votadores que pierden dinero, libertades y necesidades biológicas a cada día que pasa.
Es la religiosidad y su obediencia servil: si les decretan ir a votar, votan. Si se trata de ser encarcelados en sus casas, aplauden. Si hay que respirar podridamente con el bozal nazi, se lo ponen doble. Si hay que vacunarse con vacunas que no vacunan que seas quince dosis. Y si hay que escupir al hermano que no se vacuna, se le escupe y denuncia a la gestapo española (de cualquiera de las taifas nazis que existen).
El legado de Franco es ya un gen en la cadena de ADN española.
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