Esto de los ríos venenosos se ha convertido ya en una tradición ampliamente aceptada por la población, e impuesta por el actual Nazismo Penitenciario Homosexual Clima-Sanitario de la Agenda 2030. No tardaremos en ver como se aplaude por ello a los jerarcas nazis como se le aplaudía al Estado Nazi Español por los encarcelamientos (confinamientos en jerga nazi) por coronavirus.
Pues eso, gracias al actual Nazismo de la Agenda 2030, ahora tenemos más conocimiento y no como nuestros antepasados aquellos que caminando se desgastaban en el suelo los nudillos de las manos. Como no lo sabían bebían agua venenosa, y con el fatal resultado de que la especie humana no se extinguió y así evolucionó en una cosa servil, aplaudidora, profundamente religiosa, supersticiosa, decadente, cobarde y pusilánime que es la actual población del siglo XXI, más concretamente la que ahora está abrazada a las patas de las jerarquías nazis de la Agenda 2030, con sus bocas justo a la altura de los genitales fasciosos.
Resumiendo: el mínimo caudal de los ríos envenena y el actual nazismo oscurantista y del terror de la Agenda Nazi 2030, conducirá a la violencia.
Ningún fascismo sale gratis ni tiene final feliz, ni para el Estado ni para la casta paria asalariada.
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