domingo, 9 de agosto de 2020

La ostentosa muerte


Los seres inmóviles tienen también una peculiar agresividad.

En las frondosas montañas un árbol empuja a otro a un precipicio o hasta que consigue desgarrar sus raíces.

Es un proceso lento; pero evidente.

Todos los seres luchan por su espacio y mueren por él.

Al fin y al cabo, el lugar es lo que nos contiene y lo que nos da vida, todos quieren más espacio.

Y sé que todos los seres son conscientes de su propia agresividad, tengan ojos o no.

Y así hay cadáveres de ranas, insectos, roedores, pájaros, grandes mamíferos y árboles.

Los cadáveres es lo que más abunda en la naturaleza; o al menos, la muerte se hace más patente que la vida.

Al fin y al cabo, nadie puede matar a la muerte, es impune y por ello se deja ver ostentosamente.

Pero la vida…

La vida debe ser cauta y oculta.

Sobre todo la humana que además, se enfrenta a la envidia.


No hay comentarios: