jueves, 27 de agosto de 2020

Como mucho veterinario


Porque para apartar cerdos y matarlos si están enfermos, o bien encerrarlos en sus pocilgas hasta que se mueran de asco, no se requiere ser epidemiólogo.
Y por lo único famoso que puede ser el indigente Simón, es por las mentiras que cuenta para sus amos del gobierno fascista español, tantas como tonterías cuenta Torrente en cualquiera de sus películas.
Ahora resulta que a los timadores los llaman epidemiólogos.
Pinche fascismo…
Por lo que respecta al tal Sutton, no sé quien es y me suda la polla quien quiera que sea.

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