sábado, 15 de agosto de 2020

Escribir para vivir


No puedo dejar de escribir porque sería no existir.

Mientras lleno páginas con palabras, respiro.

De ahí las dichosas apneas del sueño…

Debo programar una alarma nocturna para que suene cada dos horas y no dejar de escribir así, mis estupideces, esas que me dan oxígeno.

El problema del papel no es el ecologismo, el problema es que los puercos no quieren que escribas tu pensamiento real en un soporte táctil, tridimensional.

Es pura envidia y control.

Es el fascismo de la ignorancia y la incapacidad intelectual global.


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