martes, 21 de julio de 2020

La abeja que morirá y los que no han muerto


La abeja idiota me picará y luego morirá.
Y yo blasfemando y rascándome, seguiré vivo, la veré morir.
Siento pena por ella, solo una vez en la vida es capaz de gozar de su poder venenoso y agresivo.
Yo puedo golpear y matar ahora, mañana, y al otro, y al otro, y al otro…
Es una suerte no ser abeja.
La naturaleza no es sabia, solo es puta con algunos seres.
Los gobiernos son igual, tienen a sus favoritos y a quien humillan, aprisionan y asesinan; bien con hambre o con un tiro en la cabeza.
La sociedad es una torpe parodia de la naturaleza.
En las sociedades humanas el más idiota, inepto y vago llega a las esferas de poder con el voto y apoyo de una mayoría: los sin cerebro.
La naturaleza ha hecho cosas buenas; pero las sociedades humanas aún no se han extinguido, simplemente, por causa del azar.
La prueba está en que los mejores momentos de una sociedad: buena economía y libertades sociales de calidad, se encuentran tras una guerra que ha causado millones de muertos, una vez superada la posguerra (cuatro o cinco años) lo nuevo florece encima de las ruinas y los mezquinos cadáveres.
Toda sociedad precisa algún largo periodo de exterminio humano para no asfixiarse a sí misma.
Lo que me hace pensar que, básicamente el coronavirus ha matado a aquellos que no tienen edad para ir a la guerra. Ahora les toca morir a los que sí están en edad de morir en los campos de batalla.
Y es que de morir no te libras, de coronavirus, de tiros o de hastío puro (la muerte más horrorosa y cruel).

No hay comentarios: