miércoles, 18 de marzo de 2020

Decapitaciones


No se les puede decapitar sin que se derrame la sangre por el suelo. O salpique la ropa y zapatos.
Y ese hedor, cuando se acumulan más de tres cabezas, evoca el de un matadero de cerdos.
No entiendo cómo pudieron soportar tanta mierda en la cacareada Revolución Francesa.
La chusma siempre se ha sentido como cerdo en el barro cuando de espectáculos sangrientos se trata. Margaritas a los cerdos… Literal.

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