miércoles, 13 de noviembre de 2019

Un torrente de dolor


La vida no es un río, es un despeñadero hiriente que te rompe los huesos y el ánimo con cada piedra, en cada recodo.
Un torrente que tiene más piedras que agua, más turbidez que nitidez, más miedo que alegría y más muerte que vida.
No puedo entender porque la espuma que se forma al estrellarse el agua contra las rocas, pueda ser blanca. Debería ser roja de sangre y negra de muerte.
Y sin embargo, tú estás ahí, bella y deseable en algún lugar para que todo el dolor valga la pena.
No quiero encontrarte y sonreírte así de roto, quiero tu abrazo, tu consuelo antes de que sea un despojo arrastrado al mar.
A veces me siento así triste de una forma desesperada.
Qué vergüenza, cielo…

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