lunes, 18 de noviembre de 2019

Portadas y juicios


Se dice que no se puede juzgar un libro por su portada. Pues mira, siempre hay un libro cabrón dispuesto a joder el saber popular. Porque a menos que confundas al caballo con un calamar, al jinete con un arquitecto y desconozcas el significado de vanidad y caballería, no te atreverás a juzgar el libro o al menos intuir su contenido.
Vamos a ver, lectores de breves tuits y estados de facebook de cuatro palabras máximo: la portada no es un jeroglífico y si no eres un lerdo desconfiado e inseguro, puedes abrirlo sin temor a que te aparezca un payaso que te atemorice.
Yo lo he comprado por la portada, porque en sí misma es todo un poema, un chiste de poema.
Para algún "genio" desconfiado y porfiado: Malatesta es el apellido del autor y no un mensaje oculto que levante suspicacia alguna respecto a su contenido.
En esta época de imbecilidad ilustrada, es necesario explicar lo obvio y yo soy el Elegido.
¡Arre, burros!

No hay comentarios: