martes, 19 de noviembre de 2019

La pequeña iglesia


Está tan cerca de las majestuosas águilas que, cuando tañe la campana chillan y pareciera que desde las letales alturas dan gracias por la presa que van a cazar.
Ellas no saben de dioses; pero sé que la pequeña iglesia cree protegerlas con su inocente y sencilla bondad.
Y por encima de esas simples ternuras el cielo esplende límpido, contento; creando la íntima armonía entre lo que vive y las esperanzas muertas, petrificadas en los muros y los silencios de una fe.
Soy blasfemia entre toda esa perfección.
No puedo creer, no puedo agradecer nada a nadie; en algún momento perdí la gracia de la ingenuidad.
Solo intento, en ese instante, mantener silenciosamente el equilibrio entre lo que quise ser y lo que soy.
Cosas que tampoco importan demasiado cuando de repente, encuentras la serena belleza que tanto anhelabas.

(Iglesia de Santa Bárbara, Ogassa, Girona)

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