jueves, 28 de marzo de 2019

Refracción de amor


Mis odiados muertos resucitan cada vez que los evoco insultándolos por lo puercos que eran cuando estaba vivos.
 Luego, con sus rostros putrefactos y sin ojos, tristemente vuelven a morir de mierda hasta la próxima vez que me apetezca denigrarlos.
 Mis repugnantes muertos nunca descansarán en paz ni en guerra.
 Y mis amados muertos… Jamás pienso en ellos mucho tiempo para no molestar su dulce sueño.
 Pero a ti, mi amor… Lo siento…
 Te mantendría despierta todos los segundos.
 No quiero que cierres los ojos, con ellos refractas la luz de tal forma que la realidad se hace una dulce irrealidad de luz amable. Desdoblas el mundo en un ángulo de precisos y nítidos grados de esperanza y belleza.
 Tienes un índice de refracción que destruye mis odios más feroces.
 Tus ojos, de alguna forma, abren una brecha en mi oscuridad, y eres salvación. Me rescatas de la mediocridad con solo un parpadeo.
 Mierda… Amar y ser amado es más difícil que resucitar.

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