No soy un árbol. Lo que perdí no volverá, no me vestiré de fronda en la primavera. Me colgaré una capa de nostalgia contra el sol del incinerador verano y caminaré pensando con curiosidad, si podré resistir o llegar a otra desnudez más. Porque pronto llegará a los huesos.
Porque cada invierno me hace más pequeño. No soy un árbol...
No es que importe demasiado; pero mientras llega el fin no tengo demasiadas cosas que hacer, salvo asistir a mi desintegración con cierta inspiración.
No soy un árbol y escribo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario