Los personajes de mujeres hermosas en las películas baratas de terror, son asesinadas cruelmente enseñando sus enormes tetas deseablebleblebles…
Es una norma de este tipo de cine para momentos de absoluto aburrimiento y abulia casera.
Esta ley ¿es un castigo moral por ser tan hermosas, sexuales y sensuales?
¿Un castigo moral de apoyo a los papás y mamás que creen que sus hijas son la Virgen María?
¿Tranquiliza a los feos y feas, gordos y gordas, la muerte de las mujeres de póster de Private?
¿Sueñan los obesos con matarlas ellos mismos durante el rito sexual flatulento?
La muerte por descuartizamiento de las tías buenas es el vivo reflejo de la envidia de esta sociedad podrida.
Yo no las mataría, no por descuartizamiento, apuñalamiento o lanzamiento de altura; sino por fatiga.
Una y otra y otra y otra y otra vez…
Una reflexión cinéfila de Iconoclasta, el hombre.
¡Qué puta mierda de mascarillas!
Desde que el fascismo ibérico con el pretexto del coronavirus ha obligado por decreto el uso de mascarillas a full time o tutiplén; los idiotas que antes paseaban por la calle con la boca abierta, ahora han dejado de cumplir su misión en la vida.
Y la cantidad de insectos voladores que hay es muy desagradable. Lagartijas, ranas y aves no dan abasto para comérselos.
La chusma ya no come lo que debiera.
La boca cerrada de los idiotas y el psicótico fascismo español, han roto la precaria estabilidad de la cadena trófica en la naturaleza.
Vaya con el coronavirus, parece un águila por lo bien que vuela…
Pues prácticamente, el diario prostituido a los caudillos Sánchez e Iglesias 20 Minutos le da la razón al Régimen Fascista Español. La solución es matar al mayor número posible de españoles, por enfermedad, por hambre o por asco. Y los que queden vivos a trabajar gratis.
El encarcelamiento, confinamiento o cuarentena ya no es suficiente. Lo necesario es la asfixia durante un año o más.
Prensa colaboracionista de mierda… Mienten los hijos de puta más que hablan.
Si la prensa sigue vendiéndose así, las putas van a tener que meterse a periodistas, que lo harán mejor.
Y tras la severa y exhaustiva cuarentena española, el fascismo ibérico ha conseguido mutar a una nueva cepa: la covid-20 XXXL.
Los caudillos españoles Sánchez e Iglesias invierten grandes sumas en la industria del bozal.
Es maravilloso vivir en una dictadura. El fascismo es lo mejor que podía ocurrir en España.
Todos es felicidad con mascarilla, incluso los que pasan hambre y otras penurias, son felices con sus mascarillas; por encima de la comida está la obediencia a los caudillos españoles, por supuesto.
Y también es increíble para alguien con un nivel intelectual decente, el grado de adoctrinamiento y propaganda del Régimen Español que los caudillos Sánchez e Iglesias, publican a través de la prensa colaboracionista, prostituta de la Dictadura Española.
Y el rey, al igual que Jesucristo, dando ejemplo de ser un anodino más sin rostro (salvo por la escolta que lo delata, pobre).
En el bulo publicado por el Régimen, solo falla que en mi pueblo, ningún ciclista lleva una mierdosa mascarilla, excepto el tarado de turno (1 de 300) que pedalea tragándose su propia saliva grasienta. En caso de que se ahogara, le ayudaría a bien morir introduciéndole un buen puñado de estiércol en la boca.
Hay que insistir en el tema para comprender bien el neofascismo tecnológico del Régimen Español de Sánchez e Iglesias.
1º: porque es femenino (cosas de las mujeres de Podemos. También hay prensa que escribe “el covid-19”).
2º: es psicológicamente menos agresivo (en lugar de virus) para la chusma cobarde y el Régimen Español, que lo es aún más (cobarde).
3º: recuerda a David, lo que hace el coronavirus más dulce y entrañable, sobre todo llena la boca de los esnobs redesocialeros.
Es el vocabulario de un gobierno totalitario que pretende ganarse la simpatía de su chusma, a la que maltrata, con palabrería meliflua e infantiloide. El nuevo tecnofascismo con maneras paternalistas e infantiles. Y mucho más peligroso para las libertades, más represivo y paranoico.
Una retórica apestosa que emerge del poso más espeso de la hipocresía y la decadencia social. De la degeneración de la cultura y el intelecto. De la aniquilación sistemática del individuo pensante y adulto.
La covid-19 es la cepa donde se forma una nueva generación de virus. Y es el virus la enfermedad, la infección.
¿Quién va a comprar medio kilo de cepa blanca?
Porque yo compro medio kilo de uva blanca.
¿Veis? Yo también se dar clases con retórica para niños de guardería.
Cada año el virus de la gripe suele salir de otra nueva cepa.
Así que, si el gobierno del Régimen Español fuera decente y no una panda de ambiciosos tiranos que roban libertades delictivamente y con total impunidad; hablarían de virus o coronavirus en sus homilías doctrinales de timador barato diarias.
Y no declamarían con afectación homosexual y miedo “la covid 19”.
¡Ah, otra cosa! ¿Habéis probado a encajaros la mascarilla entre las ingles? Produce una agradable sensación de calidez genital. Y de protección, te sientes más seguro.
Y luego, cuando te la llevas a la cara, deja un aroma a pescado seco que oculta el hedor de los cobardes y hace más proteínico el paseo entre los acosadores policías e informantes de ventanas y balcones de la nueva Dictadura Española de sus generalísimos Sánchez e Iglesias (sin olvidar a esa otra formación prostituta en la que se ha convertido el partido Ciudadanos o Cs).
Han decretado por cojones y bajo amenaza, el uso de putas mascarillas en la puta calle.
Dicen que el gasto en mascarillas por familia puede ser importante para sus economías.
¡Y una mierda! Usarán la misma mascarilla que les hicieron ponerse en la entrada del supermercado hasta que se quede rígida por los mocos acumulados.
España es un país tercermundista, una república bananera peligrosa para cualquier ejercicio de libertad; pero sobre todo, pobre. Las familias no van a gastar una mascarilla para cada persona que viva en ellas cada día. Ni de coña.
La cervecita diaria en la terraza ya es otra cosa.
Es importantísimo el uso de la mascarilla que ha impuesto la Dictadura Española con el pretexto del coronavirus. Usadla sin pudor, en todo momento.
Porque si las mascarillas son utilísimas para trabajos de lijado y pintura con aire comprimido, ahora son indispensables para evitar las multas que el ministro del interior e ideología del Régimen Español (un tal Marlaska), tiene la sagrada misión de imponer.
El legado de la Inquisición Española es imposible de erradicar de los genes de los políticos españoles.
¿Ves por qué soy un salvaje, cielo?
El sol incinera los árboles al salir.
Y a mí si no soy cauto y astuto.
Los taladra como un torturador agujerea los dientes.
Si los árboles tuvieran huesos, serían radiografías…
Es un mundo sin piedad, un nuevo día es arrasador.
Soy un salvaje porque sobrevivo en un lugar donde los árboles tienen que soportar la cremación como el bautismo de un nuevo día. Soy un salvaje porque nada me da miedo. Aunque temo mi ira autodestructora.
Aprendo de los árboles su resistencia, para amarte, para tenerte. Para florecer junto a ti aunque duela.
Y del sol aprendo su crueldad, no tiene piedad, no tiene cuidado. Así te follo.
Los árboles incinerados y yo despertamos furiosos al nuevo día, no hay motivo de alegría. Si vives, no esperes dicha; solo determinación para sobrevivir cada amanecer, hasta que la noche nos enfríe, nos de paz.
Susurrándote al oído un día del carajo mientas un tanto cansado, acaricio tus regios muslos obscenamente cerca de tu coño.
Yo no necesito que ningún idiota me diga que distancia de seguridad he de guardar.
Siempre he guardado una inimaginable distancia de seguridad de todo humano.
Y no por temor a contagios, simplemente por misantropía congénita. Me distancio de ellos como del veneno.
Guardo la misma distancia de los humanos que las nubes de mí.
Ellas saben que no soy buena cosa.
Bueno… Follar ni que decir tiene que junto con agredir, es una excepción a la distancia social de mierda.
Qué más quisieran contagiarse algo de mí.
No lo permitiré.
Hay que ser un mísero humano para aceptar con docilidad y servidumbre las imposiciones de la dictadura impuesta por el Régimen Español de Sánchez e Iglesias.
Por lo que veo y oigo, puedo concluir que donde vivo (España) es un país de castrados mansurrones enfermizos que no solo se alegran de estar en casita, sino que además, se rompen las manos aplaudiendo a sus carceleros y acosadores policías.
Por no de decir que volverían a votar a su salvador y padre celestial, el caudillo generalísimos Sánchez y su banda de pervertidos funcionarios y ministros.
Los castrados habitantes de España, en cantidades pornográficas e indignas, son incapaces de no aplaudir lo que las televisiones les dicen.
Nada nuevo bajo el sol, es que la cantidad de cobardes, sí que representa una grave epidemia que podría acabar con el ser humano y convertirlo en un rumiante con la nalgas sucias de mierda.
La historia, al final, aburre por iteración.
Pero que nadie se olvide de una cosa: puedo ser tan bestia como cualquiera. Podría darse el caso de que algún acosador del Régimen Español se lleve una seria sorpresa, un disgusto del que no habrá marcha atrás. Con o sin mascarilla, la violencia no es un virus y una mascarilla no filtrará un balazo, un tajo o un martillazo.
Francia no puede simpatizar con el Régimen Español, una dictadura tan cobarde y represora que no gusta a ningún político con un mínimo de ética.
Y es que el Régimen Español quiere controlar la entrada de extranjeros, posibles testigos del golpe de estado que han cometido contra los más básicos derechos civiles. Y sobre todo, evitar la entrada en el país de prensa libre que pudiera desenmascarar la corrupta dictadura en la que se ha erigido dentro de la mismísima Unión Europea.