Si incluso los “expertos” deben decir lo obvio: que es más fácil recibir palos que regalos, abrazos y admiración; es síntoma de que la imbecilidad es ya epidémica.
El consumismo occidental es una fábrica de ingenuos cobardes pusilánimes alérgicos al valor, el esfuerzo y la determinación.
Y es la razón de cosas, como que en España haya surgido de nuevo una dictadura, gracias a la imbecilidad de su sociedad.
La especie humana pide a gritos una selección natural (muchas más guerras sin ir más lejos) para eliminar líneas sanguíneas corruptas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario