Estamos muertos: el Zapatero, embajador de las dictaduras hispanoamericanas y el peor presidente de España (anterior al Caudillo Penitenciario Fascista Español Homosexual y Sanitario) y del mundo; ha vuelto y se ha zambullido desnudo, sin rubor, entre las sábanas de satén rosa de la cama redonda que preside el Caudillo Penitenciario Fascista Español Homosexual y Sanitario, que también retoza con sus Caciques Autonómicos Nazis haciendo un trenecito horizontal de canto o perfil, entre jadeos y blasfemias narcóticas y ebrias. Todos ellos nos contagiarán, sin contacto físico siquiera, de sus enfermedades venéreas como esos monos maricones que contagian la viruela a los humanos cruelmente, incluso metódicamente. Son muy astutos y seguro que son de Gibraltar.
Además de los días que profetiza y decreta el Caudillo y sus Caciques, los días difíciles; llegan los días oscuros y los días sucios. O todos juntos, por qué no…
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